El estudio se remonta a las tribus indígenas de Colombia, cuyas vidas fueron profundamente afectadas por la colonización. Este proceso no solo destruyó ecosistemas, sino que también sometió a las poblaciones originales a abusos y violaciones. A través de una historia marcada por guerras, pérdidas y mezclas culturales, se llega a la realidad actual. A pesar de los avances sociales, persisten roles de dominación y subordinación, con una división entre activo/masculino y pasivo/femenino.